Este consiste en la creación de una herramienta que te ayudará a enlistar todos los ingresos y gastos que podrías llegar a tener en un periodo de tiempo específico en tu hogar o negocio. Con un presupuesto podrás observar, pronosticar y tomar decisiones coherentes frente al dinero que ganas, lo que compras, tus deudas pendientes y tus metas de ahorro.
Con un presupuesto detallado puedes lograr:
Conocer tus ingresos y saber de dónde provienen.
Identificar en qué y cuánto dinero gastas.
Definir una meta de ahorro.
Tener un ahorro de emergencias.
Plantearte metas de grandes compras como: vivienda, educación, vacaciones, entre otras.
¡Recuerda que esta es una excelente manera de tomar decisiones financieramente responsables!
Estos son los conceptos que debes conocer para tener tu propio presupuesto:
Ingresos
Lo podemos definir como todas las entradas económicas que tengas. Aquí es importante que aprendas a diferenciar lo que son:
Ingresos fijos: Son todas las entradas económicas con las que con seguridad puedes contar. Aquí podemos encontrar ingresos como salarios, entradas que provienen por arriendo de inmuebles, entre otras. También podemos contemplar los ingresos constantes, que si bien no son fijos, los puedes recibir continuamente como son: comisiones (solo si son recurrentes), entradas extras que recibas por actividades como profesional independiente, entre otros.
Ingresos variables: Son todas las entradas que no recibes continuamente como: bonificaciones, comisiones (que no sean recurrentes), ventas extras, entre otras.
Son todas las salidas de dinero que tenemos. Es importante que aprendas a diferenciar lo que son:
Gastos fijos: Aquí se incluyen todos los gastos que no puedes dejar de cubrir o que son obligatorios, como: facturas de servicios públicos, pago de arriendos, compra de alimentos básicos, pago del colegio de tus hijos, entre otros.
Gastos variables: Son todos aquellos imprevistos que no sabes que tendrás, pero que aun así te llevan a gastar dinero como: llevar tu mascota al veterinario, reparaciones de urgencia en casa, la reparación de un daño en tu vehículo, entre otros.
Gastos hormiga: Son todos esos gastos que no son realmente necesarios y que puedes llegar a hacer sin pensarlo mucho como: ir a comer en un restaurante, cigarrillos, ir a un bar, entre otros.
Ahorro: Es todo el dinero que de forma voluntaria decides guardar para tu futuro. Este puede estar relacionado con una meta específica o lo puedes tener guardado para algún imprevisto. Es un hábito responsable y si lo haces de forma correcta, llega a ser un cambio trascendentalmente positivo en tus finanzas.
Dinero disponible o faltante: Es el resultado que obtienes después de realizar tu presupuesto. Sirve para que identifiques cómo está tu vida financiera y que tomes las mejores decisiones.
Si llegaste hasta aquí es porque decidiste tomar el rumbo de tener una vida financieramente responsable. Este trabajo requiere esfuerzo, tiempo y disciplina pero a cambio obtendrás muchos beneficios, siendo los más importantes tu estabilidad y tranquilidad.
Para empezar es importante que reconozcas estas tres fases esenciales:
La planificación, donde podrás tomar decisiones responsables para tu futuro financiero.
La aplicación, para que garantices que tu presupuesto se ejecuta en tu vida cotidiana.
La evaluación, donde debes observar lo que planificaste versus tu estado actual.
Es determinante que tengas en cuentas estas tres fases para que tu presupuesto te lleve a una vida financiera saludable.
Por último, antes de crear esta herramienta ten claro:
Cada cuánto la vas a llenar.
Claridad sobre tus fuentes de ingreso.
Saber cuáles son tus gastos fijos.
Cuáles son tus gastos variables.
¡Es hora de construir tu propio presupuesto! Ya puedes avanzar para encontrar un formato de presupuesto que en Pichicha tenemos para ti.